Democracia mal entendida
Durante la última manifestación para protestar por la reforma laboral, un dirigente sindical se expresó con la frase: el Partido Popular tendrá la mayoría en el Parlamento, pero no la tiene en la calle.
Curiosa manera de entender la democracia de este dirigente. Hasta ahora, yo creía que las mayorías servían para legislar desde el Parlamento, y que esas mayorías se obtenían mediante el voto de los ciudadanos, pero se ve que no es así. Hay, por lo visto, unos ciudadanos que votan en las elecciones y dan lugar a una composición del Parlamento que establece mayorías y minorías, y hay otros que respetan o no esos resultados, en función de la orientación política que resulte de las elecciones.
En la manifestación del pasado domingo, los sindicatos anunciaron la convocatoria de una huelga general para protestar contra la reforma laboral.
No se puede cuestionar el derecho que ampara a los sindicatos a convocar una huelga, sobre todo después de expresar su teoría de que la democracia se ejerce en las calles y no en el Parlamento.
Así que el próximo día 29 podremos ver a esforzados luchadores por la democracia haciendo piñas de cuarenta o cincuenta personas, impidiendo democráticamente la entrada a las fábricas, tras explicar a los que desean trabajar las razones por las que deben ir a la huelga. Otros, en el mas humilde de los anonimatos, bloquearán con silicona las cerraduras de los grandes almacenes, para impedir la apertura de las puertas. Otros héroes pincharán las ruedas y romperán las lunas de los autobuses, para que la democracia de las calles no sea perturbada por aquéllos que no quieren hacer la huelga. Y así, sucesivamente, la democracia en la calle será una realidad.
Todo ello, bajo la mirada hierática de las fuerzas de seguridad, ya que intervenir frente a estos actos podría ser entendido como una respuesta represiva de un gobierno dictatorial y fascista a la democracia de la calle.
A la vista de lo que sucedió durante los últimos ocho años, parece ser que la democracia se ejerce en el Parlamento sólo si las fuerzas ganadoras son de izquierdas, debido, entre otras razones, a la magnanimidad en las dádivas que esos gobiernos les otorgan, pero que si las elecciones las ganan los partidos de derechas entonces la democracia, la auténtica democracia, se ejerce en las calles.
No es lo que yo había entendido sobre lo que significa la soberanía popular, pero claro, yo pertenezco a un plan de estudios en el que no se estudiaba la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Debe de ser eso.
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