Propaganda electoral
Las consignas de los partidos políticos, claro, para lograr votos, en la mayoría de los casos, son una vergüenza.
Esta gente que nos está engañando una y otra vez la veo incapaz de hacer las cosas de una manera normal, diría yo.
Vemos el lema del Partido Socialista, en los carteles de propaganda electoral, que parecen estar confeccionados para los de siempre, para sus votantes, que les seguirán dando sus votos, pase lo que pase. Junto a la foto de don Javier Fernández alguien se exprimió el cerebro para tratar de engañar a los aún indecisos.
Dice: Garantía. Yo preguntaría, ¿de qué?
Seriedad: Qué bárbaro.
Seguridad: Qué barbaridad.
Trabajo: Qué poca vergüenza.
Soluciones: ¿Se las creen ellos mismos?
Futuro: Desde luego, con sus propuestas, ninguno.
Sólo falta la guinda de la tarta, que no se atrevieron a tanto, ¡honradez!
Señor Fernández, en los últimos años, las autonomías se gastaron 180.000 millones de euros, ¿de dónde se va a sacar este dinero en el futuro para mantener este estado de... estados.
Los recortes del señor Rajoy apenas son el 0,5 por ciento del PIB, y ya los sindicatos se echan inconscientemente a la calle.
Hay 3.500 empresas públicas improductivas, la mayoría para «colocar» a amigos.
El 22 por ciento de los españoles, según Cáritas, está por debajo del nivel de pobreza.
Zapatero se embolsa en el Consejo de Estado 150.000 euros anuales, creo que no será por el éxito de su gestión.
Total, que el Estado de bienestar se acabó con la construcción, que lo mantuvo hasta hace pocos años y los políticos (que recientemente nos gobernaron) no trataron de solucionar; vamos, algo parecido a lo de nuestras minas de carbón.
Tendremos que pagar a la Seguridad Social parte de nuestras necesidades e hilar muy fino para seguir gozando de los servicios actuales.
Señor Fernández, no se puede engañar a la gente con soluciones a corto plazo, cuando usted mismo supongo que calculará los grandes problemas que se avecinan, que serían muy largos de enumerar. Pasarán muchos años antes de volver al Estado de bienestar que ya gozamos y que, seguramente, no verá esta generación.
El problema es bastante mayor de lo que parece, como para tratar de ganar unos votos con falsas promesas que, claro, los ganadores de las elecciones no podrán cumplir.
Leo una carta de un lector diciendo, señor Fernández, «los asturianos somos de izquierdas y revolucionarios, así que usted sacará mayoría absoluta».
Qué bien, volvemos a principios del siglo XX con dos guerras mundiales y nuestra Guerra Civil. Estos se creen que con ser de izquierdas y revolucionarios se arregla todo. A dónde vamos a parar con estos políticos. A lo mejor si aparecieran algunos de la categoría de los últimos cincuenta años, de Alemania, Francia, Italia..., etcétera, duraría menos esta crisis, pero con los actuales, sobre todo con el último Gobierno del Partido Socialista, no sé hasta dónde podremos llegar, desde luego creo que a nada bueno.
¡Ah! y llaman mentiroso a Rajoy. Estos socialistas que institucionalizaron la mentira.
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