Arrimar el hombro
Siempre me ha producido satisfacción saber que la vida permite dar un giro a los errores, tanto del presente como del pasado, pudiendo remediarlos de forma eficaz.
Y con ello me refiero de una forma directa a la economía actual de nuestro país. Si la misma no crece, el desempleo se mantendrá elevado e incluso se incrementará.
Hace años leí un artículo relativo a los defectos que los políticos podían llegar a demostrar y se llegaba a la conclusión de que la mediocridad, el fingimiento, la incapacidad para tomar decisiones, el apoltronamiento, la arrogancia y la vanidad podían ser defectos muy característicos de los mismos.
Sin duda opino que hay políticos que tienen virtudes significativas, trabajadores, comprensibles y sensatos, que reconocen cuando las cosas no están bien hechas y procuran ponerle remedio. Actualmente lo que se hace es echar la culpa al contrario para pasar desapercibido.
Rajoy apenas ha llegado y ya se convoca una huelga general. Esto no supone una afrenta contra él, sino contra el país y todos los españoles porque el desencadenante de la misma será más crisis y más paro.
Realmente lo que habría que recordar a la clase política es que lo que hemos de hacer es arrimar el hombro, sin distinción de partidos, e intentar superar esta fase.
La huelga irá en perjuicio de quienes menos culpa tienen, apuntando a Rajoy como culpable de la crisis, cuando de todos es sabido de dónde nació la misma.
Por ello no estaría de más recapacitar en las soluciones.
Enrique Viejo García
Oviedo
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