León de la Riva, un alcalde estremecedor
Esa suerte de sátrapa llamado León de la Riva que ostenta la Alcaldía de Valladolid, ha arremetido contra el laicismo y el movimiento abolicionista de las corridas, y entre otras sandeces ha afirmado que éste utiliza argumentos eufemísticos. Entérese de una vez, edil anclado en ese franquismo que tanto le inspira: eufemismo es llamar arte y cultura a la tortura. Eufemismo es concebir como digna de ser preservada una costumbre por el tiempo que hace que se celebra despreciando las consecuencias para terceros que de ella se derivan. Eufemismo es denominar educación en la tauromaquia al hecho de imbuir en las mentes infantiles la violencia sobre otros seres. Eufemismo es calificarle a Usted de gestor al servicio de los ciudadanos cuando defiende posturas que entran de lleno en el fascismo, porque le recuerdo que éste supedita la razón a la voluntad y la acción, y su protección a ultranza del cobarde ensañamiento con un toro lleva implícito el desdén a cualquier asomo de lucidez y ética, valores en los que se basan los motivos para erradicar la tauromaquia. Usted prefiere quedarse con los de la horda, esa que aplaude al toro vomitando sangre en la arena o le persigue armada con lanzas por la vega tordesillana.
Y aún tiene la mala de baba de afirmar que el debate de los antitaurinos germina en terrenos poco cultivados, en barbecho o ricos en ingenuidad. Además de ultraconservador y de partidario de la violencia, es, Señor León de la Riva, o un cínico o un necio, y sin duda un soberbio. De otro modo no se explica que no quiera reconocer cómo en boca del más iletrado al más ilustrado, la demanda de la abolición es una realidad creciente e imparable. En el fascismo suele haber dos cuestiones presentes: una es el delito de odio y la otra el negacionismo de sus atrocidades. Usted picotea en ambas. Sólo puedo decir algo en su favor: le eligieron. Todavía no me explico cómo no han echado para siempre a un alcalde con tal carga de miseria moral y amparo de la crueldad en su bastón de mando.
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