Crónica de una obra teatral presupuestada en dos actos
Después de la denuncia de Foro, algo huele a podrido en el Consistorio avilesino. Contemplado el largometraje de los presupuestos locales para el 2012 desde una perspectiva aséptica pero analítica, uno tiene la sensación que la trama del guión tiene más que ver con el cobro de favores prestados que con la justa y necesaria fiscalización del proyecto económico.
La obra, dividida en dos actos, tiene como escenario principal el despacho, en sede municipal, de la señora Alcaldesa Pilar Varela Díaz. En el primer acto se amagüestan las liberaciones de concejalías en las que después de un paripé impresionante de esfuerzo en el ahorro, se saldaron las negociaciones con un mayor número de salarios políticos a los que Pilar Varela llama eufemísticamente: medios para ejercer la labor política solicitados por la oposición. Curiosamente, en este trato tiene salario asegurado por cuatro años, entre otras y otros hasta un total de once contados seis para el ejecutivo, María del Carmen Vega Fernández, para más información señora de Aréstegui, a la sazón jefe supremo del PP local y ahora caído en desgracia desde que Cherines asumió la jefatura provincial del partido. Señalo este caso particular por dos razones: la primera para evitar el sufrimientos de aquellos allegados a don Joaquín preocupados por el mantenimiento familiar de tan ilustre hijo y la segunda como consecuencia de la alerta lanzada por FORO en la que denuncia los acuerdos tomados por PP-PSOE, en materia presupuestaria, a espaldas del resto de grupos que conforman la corporación avilesina. Parece ser que es hacia esta diana donde apuntan las poco veladas insinuaciones de los ediles casquistas.
En el segundo acto sale a escena una actriz secundaria, Carmen Rodríguez Maniega, trasladada desde Madrid por vía de urgencia, agradecida y servicial, que trata de arrojar tinta y ocultar las pistas populares conducentes al desenlace final de la trama. Mientras tanto, los beneficiarios del convenio guardan un silencio delator.
Comienza esta señora, venida a menos por méritos propios, pidiéndole al PSOE unos presupuestos realistas; concepto abstracto e indefinido como todo el mundo bien sabe. Prosigue elaborando algunos brindis al Sol sobre el techo de gasto de las administraciones públicas, para concluir con una explícita pero inconcreta amenaza a FORO, en relación con las negociaciones entre ambos partidos conducentes al pacto de estabilidad de gobierno regional. Es tan necia la señora Maniega que no ve en la amenaza un trasfondo de desprecio hacia el contribuyente, amén del desprestigio institucional que ello conlleva. De sus palabras se infiere que el mutismo de Foro en este asunto es más importante para el PP regional que cualquier otro argumento de carácter programático. Esta señora va hacer que echemos de menos en el Parlamento asturiano a la nueva directora general de Acuanorte.
Corro el riesgo controlado de afirmar que, como mínimo, el PP local se abstendrá en la aprobación del proyecto presupuestario socialista para el año en curso. Próximamente, el desenlace se proyectará en la casa de la Villa, aunque algunos tienen más intereses que otros en ese rincón villano. Deseamos que el final sea feliz por el bien de todos, pero sin disfraces ni mascaradas y mucho menos utilizando como moneda de cambio el dinero público. Hay remuneraciones políticas a todas luces evitables. Con los tiempos que corren es inadmisible, por emplear un término benévolo, ofrecer salarios públicos a cambio de apoyos, por acción u omisión, en la votación de los presupuestos.
Menos mal que alguno de los ediles tienen sueldo como funcionarios del Estado y se inmolaron en beneficio del acuerdo volviendo al tajo. De no ser así estaríamos hablando de más nóminas, más deuda y, como consecuencia, menos inversión presupuestaria. La impotencia es el primer signo de la desesperación que embarga al contribuyente, de ahí el elevado porcentaje de abstención en las recientes elecciones autonómicas.
Que no se extrañe nadie en el partido socialista si luego se presta crédito a las denuncias realizadas por el señor Abando sobre los terrenos del Niemeyer. El descrédito al que está sometiendo Pilar Varela a la institución que ella representa, es fruto de sus propias acciones, alianzas y errores.
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