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La manía de grandeza, un problema en Siero

10 de Abril del 2012 - Benigno Martínez-Fuego (Marcenado (Siero))

La Corporación de Siero sacó adelante el proyecto de construcción del auditorio de Pola de Siero cuando la economía iba bien, se consiguió la financiación y el gran equipamiento cultural concebido en aquella época de esplendor se presentó cargado de virtudes. Ahora, con el advenimiento de la actual situación, la joya cultural polesa es una catarata de problemas, según explicó la concejala de Economía y Hacienda, Tomasa Arce, que aseguró que en el capítulo de gastos el espacio cultural, sin estar a pleno rendimiento, en energía supera los 5.000 euros mensuales.

A este problema hay que sumarle otros dos: el de los servicios que ofrece la Fundación, que son deficitarios, y especialmente el del personal. Respecto a éste, tal como están las cosas ahora y dadas las limitaciones estatales impuestas a la contratación de nuevos trabajadores, el municipio no puede cubrir las plazas necesarias para dar vida a los edificios. Bueno, pues si sienten alguna curiosidad por saber lo que nos espera, deben meditar sobre lo que la señora Arce dice, y si no sienten escalofríos es que están muertos, porque sepa la señora concejala que un edificio vacío es el mayor derroche que cabe.

Señora Arce, todo esto se veía venir y deja bien a las claras el delirio de grandeza y los modos de gobernar del predecesor equipo de gobierno socialista que han sido norma en los últimos años en el municipio, despilfarrando dinero por decisiones políticas, errores o malos gestores, políticos que dejaron volar sus complejos de inferioridad revistiéndolos de la manía de grandeza, donde lo importante es lo que se lanza a la galería más que la sustancia, el enloquecimiento por las grandes infraestructuras, sin pararse en si estas obras faraónicas de elevado coste eran necesidad ni calcular la carga que iba a suponer su mantenimiento en el futuro al municipio. Y es que también hay que decirlo, ellos tampoco lo han hecho por una desinteresada razón de beneficiar al pueblo, sino para aumentar el poder y obtener votos mediante esta combinación del gasto irresponsable.

Aunque a todos les está permitido pensar, algunos no lo hacen, es amargo comprobar que necesitamos el infortunio para darnos cuenta de que la euforia de las vacas gordas hace crecer mucha planta inútil. Cuando el Ayuntamiento en su delirio de grandeza construyó el gran complejo cultural, el municipio contaba ya con siete centros culturales dependientes de la Fundación Municipal de Cultura, pero nadie pensó que su aparición desajustaría el equilibrio presupuestario de la cultura en Siero y que el elevado coste de su gestión supondría un gran esfuerzo y un reto presupuestario sin precedentes. Este gran edificio, uno de los auditorios más importantes de Asturias, nacido con vocación comarcal, ve invalidadas sus ventajas al encontrarse con el gran número de equipamientos culturales repartidos por todo el territorio que hay que mantener y dotar de contenido. Sucesivos retrasos jalonan ya la historia de estos equipamientos culturales y la desidia y la abulia con que los políticos afrontan sus responsabilidades; se teme ya que ocurra como con el aeropuerto de Ciudad Real, entre otros muchos ejemplos que ya se han revelado ruinosos.

Señora Arce, con la mar en calma todos somos capitanes, cuando los recursos son amplios es fácil todo, se construyen grandes infraestructuras, se reparten subvenciones y se derrochan montones de euros. Cuando no hay en caja dinero ya es menester otra cosa, hay que sacar de paseo la imaginación, el pozo se excava antes de tener sed, se hizo la obra sin tener en cuenta el mantenimiento que requiere un equipamiento como éste, no se hizo planificación alguna, es el momento de ponerse a trabajar en ello, es un edificio con muchas posibilidades siempre que se trabaje debidamente en su proyección.

Benigno Martínez-Fuego, Marcenado (Siero)

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