La oreja social de Jesús Iglesias
Aquí, me refiero a esta tierra con el perfil de un mar embravecido de piedra, el que no corre vuela. No te puedes fiar ni siquiera de aquellos teóricamente guardianes de las esencias sociales. A la primera de cambio enseñan la oreja delatora.
Detrás de esa terminología aparentemente reflexiva y social con la que pretenden seducir a la masa proletaria se esconden intereses partidistas que nada o poco tienen que ver con la doctrina que predican. Me refiero a Jesús Iglesias entregado a la causa protectora de sus camaradas en aquellos consistorios en los que tienen mando en plaza.
Iglesias sabe, porque no es tonto, que la fusión de concejos beneficia el bolso del contribuyente, al simplificar la gestión en los servicios públicos, pero perjudica a su partido, que perdería el escaso poder político que ahora ostenta al aumentar el censo electoral del municipio resultante de la fusión. En la comarca de Avilés, hermanados los concejos, en muchos casos, por fuertes lazos familiares, de llevarse a cabo una fusión municipal, medida que pide a gritos su configuración territorial, perderían las alcaldías de Castrillón e Illas.
También es conocedor el coordinador general de IU en Asturias, porque no es tonto y además tiene buena memoria, que en la comarca de Avilés llevamos lustros mareando la perdiz con ese discurso integrador sobre la optimización de recursos y servicios sin llegar a ninguna parte, entre otras razones porque ni los ayuntamientos implicados están por la labor de ceder parcelas de poder decisorio ni IU puso, ya no toda, ni siquiera un poquito de carne en el asador, cuando tuvo cierta influencia en aquellos gobiernos arecistas de triste recuerdo, para que esta solución se produjera.
Si la izquierda política, que no la social, no está por la labor de fusionar concejos, para qué coño se perdió el tiempo en la elaboración del articulado del capítulo primero de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, que además fue aprobada en las Cortes Generales bajo mandato socialista. Para este viaje no necesitábamos tantas alforjas.
Así que, Jesús, deja de tomarnos el pelo con remiendos mancomunados y consorcios corporativos porque se te ve el plumero. Lo tuyo es soltar de vez en cuando alguna ocurrencia graciosa que ni siquiera motiva a la parroquia. Para definiciones de más enjundia política deberías consultar con la almohada antes de pronunciarte.
También aprovecho para decirte, Iglesias, que no estaría de más renovar un poco los aires de las listas autonómicas. En IU empieza a haber un problema perpetuo de consanguineidad que cada vez se parece más a esos partidos políticos con los que dices no te une ninguna afinidad. Luego se os inflan las venas del cuello cuando alguien dice que todos los políticos estáis cortados por el mismo patrón.
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