Ablaña / La Peña

Cenicienta en la quimera del oro

Marcos PALICIO

Juan José Estrada, en el edificio del viejo Hogar del Productor de Ablaña, con el pueblo a sus espaldas.

Extramuros

Fermín Rodríguez / Rafael Menéndez

Separado de la villa por un cordón de infraestructuras, el norte de Mieres pide una reordenación de los usos del territorio que clarifique sus funciones

Para no perder el norte

Marcos PALICIO

Las parroquias del sector septentrional de Mieres se ven relegadas de las áreas de expansión del concejo y reclaman proyectos para revertir su caída demográfica, superior al 20 por ciento en este siglo

Situación en el mapa

 

Tan lejos de Mieres

Latitud: 43.26920624914964
Longitud: -5.810222625732422

Las cintas transportadoras de Batán, el último gran lavadero de carbón de las Cuencas, cortan el ensanche de Mieres por el Norte, pero la villa sigue a su modo al otro lado. La Peña, un pueblo aparte de la capital que tiene apariencia de barrio nada más que por la vecindad del casco urbano, vive detrás del complejo industrial y debajo de los viaductos de la Autovía Minera. Se presenta como emblema de proximidad aislada y encabeza una parroquia que ha perdido más de un 20 por ciento de sus residentes desde 2000. Más al Norte, contigua en su caso a la térmica de La Pereda y al polígono industrial de lo que fue Fábrica de Mieres, Ablaña acompaña a La Peña en la penuria demográfica y en las sombras sobre las contrapartidas al cierre de las minas, con una cuarta parte de su población extraviada en algún lugar del siglo XXI.