Castropol
Un silencio atronador
Luis Legaspi, ex delegado diocesano de Misiones, regresa al «rincón de calma» de su villa natal y añora el «espÃritu ilustrado» del Castropol de siempre
Un mar de tranquilidad
En Castropol no quedan indianos, pero aún hay población para insuflar vida a una localidad que lo tiene todo para hacer lo que desee en el futuro
Castropol desemboca en el Eo
La villa, con la población estancada desde hace una década, llama a aprovechar mejor las posibilidades de la rÃa y a perfeccionar la visibilidad y la oferta de una zona que también se ve «infrautilizada» para el turismo
Situación en el mapa
En el balcón
Castropol mira a la ría del Eo desde un promontorio a diez metros de altitud, suficientes para ver y ser vista. Su silueta es su distintivo, el símbolo que identifica a la villa incluso en los carteles que señalizan los monumentos más significativos del casco urbano. La capital castropolense, la torre esbelta de la iglesia sobresaliendo en el centro, tiene su población detenida levemente por debajo de los 450 habitantes, 444 que eran más o menos los mismos -474- en los albores del siglo y son 535 en la parroquia que encabeza y comparte con otros siete muy pequeños núcleos.