De lo fabril a lo residencial, paso inacabado
Lugo, crecida gracias a su centralidad y facilidad para las comunicaciones, no se resigna a ser villa dormitorio y tiene ante sí el reto de la ordenación de su progreso urbano
Lugo es una de las tres localidades de perfil urbano y aspecto compacto del concejo de Llanera. No obstante, no se puede entender como villa aislada, sino en su relación con Posada y Pruvia, conformando un nuevo espacio metropolitano central sobre el que se ciernen expectativas diversas que están cambiando rápidamente su paisaje. Lugo aumenta su población en la primera década del siglo un veintisiete por ciento, Pruvia, más de un cincuenta. Son datos que dan idea de la importancia que ha adquirido el fenómeno.
Con un plano abigarrado, casi de campamento romano, de vivienda colectiva en altura, compone un paisaje sorprendente si lo miramos desde el magnífico mirador de Santufirme, monte protector e hito que marca el centro geográfico metropolitano, uno de esos parques rurales y forestales que salpican la ciudad e impiden el continuo urbano. Sorprende este plano concentrado en medio de la profusión de viviendas unifamiliares, esparcidas entre Lugo y Posada de Llanera, pero también en dirección a Pruvia y Santa Rosa, e incluso hacia Robledo y Villabona.
Componen planos estrellados en un firmamento cada vez más extenso, que siguen a las carreteras y a los caminos preexistentes, concebidos en su día para otras funciones, pero que hoy apoyan la difusión urbana en baja densidad, la que gravita sobre núcleos como Posada y Lugo, extremos de una nueva ciudad que está en formación y cuya última forma aún no se conoce, y en la que se mezclan el suelo industrial y el de función logística; el ocupado por los grandes viales con el suelo urbanizado de acuerdo con pautas regulares de cierta densidad y el destinado a servicios de irradiación larga, entre parcelas ocupadas por residencias unifamiliares aisladas.
Lugo, tomado en su forma compacta, albergaba en 2010 a 3.410 residentes de los 4.676 que configuraban su parroquia. Y continúa creciendo sobre la base de una oferta residencial abundante y de calidad, colocada a un precio menor que su equivalente en las ciudades principales. A lo que se suma una buena dotación de servicios públicos y una alta conectividad, a la que mucho contribuye la estación de ferrocarril, que ofrece transporte rápido hacia el centro de Oviedo y de Gijón, y que explica el crecimiento veloz que ha experimentado la pequeña ciudad, surgida de su cercanía a las instalaciones ferroviarias e industriales. Hasta la construcción de la autovía Lugo se mantuvo, en cambio, relativamente esquinada en la red de carreteras. Hoy, sin embargo, se presenta como uno de los núcleos urbanos metropolitanos secundarios que constituyen nuevos pilares estructurales para ordenar el desarrollo del área central de Asturias.
Por ello, Lugo mantiene buenas expectativas de futuro, al que ofrece suelo, buenos accesos a la red de transportes y equipamientos con capacidad. Son los que atraen a jóvenes familias con hijos pequeños que dan un tono peculiar a la villa, que intenta consolidarse como tal, ahondar en sus raíces para sostener el crecimiento reciente que trae niños y con ellos las ganas de vivir y disfrutar la cualidad de villa reencontrada, que sabe que sigue transformándose rápidamente en un proceso que dista mucho de estar acabado, pero que resueltamente no se conforma con ser una villa dormitorio.
Si su intensa dinámica es causa de inquietud para los residentes y pequeños propietarios de suelo local, que perciben con sorpresa las distintas expectativas que van surgiendo frente a su casa, aún es un desafío especial para los responsables de la ordenación del territorio metropolitano, pues la centralidad de este espacio, el solapamiento o convergencia de usos, la correcta determinación de las necesidades de funcionamiento del sistema general y las respuestas a la situación de bloqueo urbanístico derivada de la actual crisis hacen que sean especialmente significativas las actuaciones que se hagan en estos espacios centrales emergentes, como el que rodea a Lugo, y no sólo para los vecinos de la villa y del concejo, sino para Ciudad Astur y para el país, al encontrarse aquí una de las palas del sistema de propulsión del mismo.
Cruce de expectativas
Lugo sitúa su lejano origen en su posición central. Aprovechó y aprovecha el ferrocarril como factor de impulso para crecer en su privilegiada localización intermedia metropolitana. Pequeña ciudad, de centro denso y bordes esponjados, da opciones a los que buscan vivienda a mejor precio y a la demanda en aumento de vivienda unifamiliar, aprovechando el suelo llano, utilizado en otras épocas para la localización empresarial y de equipamientos e infraestructuras metropolitanas y regionales. Y tiene potencial para seguir a lo suyo, extendiéndose en la llanura, ordenando la urdimbre con Posada y con Pruvia, complejo cañamazo sobre el que se urde uno de los pilares que sostienen el artefacto metropolitano.
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