La funcionaria puntillosa

El círculo más cercano de la avilesina la recuerda «competente», pero «con un tren de vida de largo recorrido»

Jueves 3 de Febrero de 2011
La funcionaria puntillosa
Marta Renedo.  / LNE
Avilés, Saúl FERNÁNDEZ

Marta Renedo duerme en prisión después de haber dormido en hoteles de lujo, tras haberse vestido con la mejor moda y mantener «un tren de vida de largo recorrido». Este comentario sale del entorno más cercano a la funcionaria implicada en la primera trama de corrupción de Asturias. La ex jefa del Servicio de Procesos Administrativos de la Consejería de Administraciones Públicas, de repente, comenzó a vivir a todo gas, siguen diciendo. El sueldo que ganaba no daba para la opulencia que adornaba sus momentos más cotidianos.

Sus líos judiciales chocan con su vida de funcionaria de días repetidos. «Estuvo con Sergio Marqués, con Areces?, es muy buena en su trabajo», sostienen los que han estado con ella codo con codo. «Muy competente», apuntan otros. «Una puntillosa de narices», apostillan los de más allá. Y es que la persona que duerme en Villabona como presunta autora de delitos de malversación, cohecho, fraudes y exacciones fiscales es la misma que devolvía expedientes «si había veinte euros que estaban mal justificados, que tiene pelotas». Marta Renedo hizo amigos en las diferentes consejerías en las que trabajó. «Poco a poco, es muy buena, parece evidente», aseguran. «Pero esto es normal: si está donde está es porque era buena», continúan.

La familia de Marta Renedo es una familia bien: padre, piloto de Iberia; esposo, ex secretario general del PP en Avilés, amigo de juventud de Joaquín Aréstegui, el portavoz del PP en la Junta del Principado; suegro, médico de fuste. Y ella, como su hermano, licenciada en Derecho. Y desde principios de los noventa, funcionaria de altos vuelos que supo manejar «como nadie» las mareas de la política asturiana.

Accedió a la función pública desde la Administración central. Tuvo que hacer un curso de adaptación e, incluso, de lengua asturiana. Su etapa en Cultura dejó huella, tanta que cuando la consejera Ana Rosa Migoya pasó a Administraciones Públicas acabó llevándose con ella a Marta Renedo. Y entonces la puso al frente de los Procesos Administrativos, bajo las órdenes directas de Alberto Pérez, director general de Nuevas Tecnologías.

Hace un año la Policía Judicial cerró las puertas de su despacho, investigó papeles y se llevó equipos informáticos. La sorpresa se extendió como la pólvora en los pasillos de la Consejería. Cuando estalló produjo perplejidad entre los funcionarios e incluso repugnancia. No está bien aprovechar el cargo para hacer dinero, «por mucho tren de vida que una lleve», cuentan. Cuando los funcionarios salen de la perplejidad sacan la palabra «traición» a pasear.

Marta Renedo tiene dos hijos que estudian en un colegio muy conocido en Avilés. La mayor juega al baloncesto desde que era muy niña. La formación deportiva contó durante un año con el patrocinio del Principado. Asturias Cultural y Museos de Asturias son dos marcas del Gobierno que lucieron varios equipos. «La relación que mantuvimos con ella fue circunstancial: era ella la funcionaria con quien tratábamos y ya está», apunta una directiva del equipo. Niega «cualquier relación con ella por el hecho de tener a su hija en el equipo», añade.

«Mira, este año hemos enviado un dosier de patrocinio a unas 70 empresas de primer orden. Les pedimos dinero, somos un equipo pequeño y lo único que podemos dar a cambio es repercusión mediática. Así el resultado final es que este año nuestro presupuesto es de apenas 150.000 euros», explica Ignacio Friera, el presidente del equipo de baloncesto que durante un año llevó en sus camisetas el nombre de la Asac Comunicaciones, también en el punto de mira de la investigación. «Pagaron los uniformes e invitaron a una cena a las jugadoras. Que ahora está investigada? pues, qué quiere que le diga, el dinero llegó a través de ingresos en nuestra cuenta bancaria. No tenemos nada que ocultar», dice la directiva.

¿Renedo puso dinero en el equipo? «No me consta», asegura Friera. ¿Influyó en alguna empresa para que patrocinase al equipo? «Me extrañaría. Las empresas si invierten buscan que esa inversión les reporte algo. Nadie da dinero así porque sí», añade el presidente.

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