Cerredo

Abrir Cerredo

Marcos Palicio

La escritora Rosa Cunqueira destapa la parte rural más tradicional de una villa cambiada por la minería que necesita ideas nuevas para recuperar su vitalidad

Cuestión de confianza

Fermín Rodríguez / Rafael Menéndez

La villa minera tiene recorrido para transformarse en núcleo urbano de servicios de calidad a través de nuevas ideas y un plan que articule el desarrollo del pueblo con el del parque natural

Otros yacimientos

Marcos Palicio

Cerredo, villa minera crecida al ritmo de su explotación de carbón, se enfrenta a la incertidumbre del sector con el apremio de «cambiar clichés y mentalidades» para explorar oportunidades nuevas

Situación en el mapa

 

En el valle cerrado

Latitud: 42.945993989859716
Longitud: -6.490087509155273

Cerredo son dos. La villa que se estira a 1.032 metros de altitud a lo largo de la AS-15, encajada en el largo pasillo cerrado entre montañas que abre a partir de aquí el río Ibias, tiene a la vista la certeza de que todos sus pasados, el remoto y el reciente, han dejado huellas físicas reconocibles en su caserío. Las casas bajas de piedra de los barrios de La Cuesta y San Roque, de La Costapina o El Corralón tienen poco que ver con la arquitectura minera urbana de los bloques de Los Tachos o Las Colominas, nacidos al calor de la explotación de carbón con la que limita el casco urbano por el Este. En Zarréu vive casi el 70 por ciento de la población de Degaña, 830 habitantes que al ritmo que marcó la mina se han restado de los más de mil que abrieron el siglo aquí.