Grado

Hugo Fontela, primeros trazos

Marcos Palicio

El artista moscón retrocede hasta su primera clase de pintura en la villa y evoca sus inicios, «los paisajes y las vistas urbanas» de cuando «todo giraba en torno a Grado»

Una nueva centralidad urbana

Fermín Rodríguez / Rafael Menéndez

La gran villa comercial, con una de las dinámicas más positivas de la región, acoge el reto de completar su condición de cabecera de comarca abriéndose a horizontes más lejanos

Grado rima con su mercado

Marcos Palicio

Arrastrada por la potencia secular de su comercio, la villa crece a costa de su entorno agrario y pide suelo industrial y actualización mercantil contra el riesgo de transformarse en ciudad dormitorio

Situación en el mapa

 

Cruce de caminos

Latitud: 43.388614135006186
Longitud: -6.06968879699707

Antes que la N-634 y que la A-63, a las vegas del Cubia llegaron el Camín Real de La Mesa y el Camino de Santiago. Este cruce y la tierra fértil edificaron Grado y asentaron la sustancia comercial que ha traído a la villa moscona a tocar el siglo XXI en plena expansión de su naturaleza urbana, señorial y burguesa. La ganancia demográfica se aproxima a los quinientos habitantes en la primera década del milenio, de 7.000 a casi 7.500, 7.519 si se amplía el horizonte a toda la parroquia que encabeza la villa y que también alcanza a los minúsculos enclaves de La Barraca de Abajo, La Borbolla, Llavayos y La Portiella.