La Vega / La Ará

Medicina deportiva

Marcos Palicio

El riosano Alberto Suárez, atleta paralímpico y campeón mundial, un experto en el valor reparador del deporte, invita a aprovechar el potencial que el ciclismo y el Angliru han puesto ante su concejo

La vida bajó a la vega

Fermín Rodríguez / Rafael Menéndez

La Riosa urbana, edificada por el auge de la minería, trata de reinventarse explotando su singularidad de pequeña villa tranquila pegada a la montaña y próxima a la gran ciudad

Cuesta arriba cuesta más

Marcos Palicio

El eje urbano de Riosa llama la atención sobre la materia prima de su entorno montañoso y el lastre de la falta de iniciativa para rentabilizar los recursos naturales o la ventaja turística de la imagen de marca que da el Angliru

Situación en el mapa

 

El premio de la montaña

Latitud: 43.23078981037706
Longitud: -5.882062911987305

La Vega, capital administrativa desde 1880, acomoda su caserío urbano a la irregularidad del terreno que se retira en ascenso del río Riosa. La Ará, el núcleo más poblado del concejo, completa la conurbación riosana casi sin separación física, extendiendo su estructura dominada por la barriada minera unos cientos de metros río abajo. Juntas en la falda de la sierra del Aramo, acopladas al paisaje quebrado y con la montaña metida hasta en el escudo, las dos suman casi exactamente la mitad de los 2.170 residentes de un municipio que ha vuelto a los niveles demográficos de los años cincuenta. Vienen ambos, no obstante, de evoluciones divergentes en lo que va de siglo, La Vega en leve ascenso hasta los 351 habitantes, La Ará en retroceso hacia 702 después de perder una cuarta parte de su población desde 2000.