Mieres

La canción de los trenes perdidos

Marcos PALICIO

Víctor Manuel repasa el Mieres distinto del que abandonó en los años sesenta y confirma lo que ya cantaba en los ochenta, que «no dejaron ni migajas de los años de abundancia»

Mieres debe soñar

Fermín Rodríguez / Rafael Menéndez

La villa, que no dio el paso hacia la ciudad moderna de servicios, busca su sitio contra el riesgo de quedar atrapada por su historia

Carbón y cuenta nueva

Marcos PALICIO

La capital de la cuenca del Caudal, que ha perdido 2.000 habitantes sólo en este siglo, aún busca «un proyecto de ciudad» que defina su lugar en el escenario de la regeneración minera y aproveche su proximidad, su campus universitario y sus condiciones para ofrecer un entorno residencial de calidad

Situación en el mapa

 

La cuadrícula minera

Latitud: 43.25186089847775
Longitud: -5.778207778930664

Mieres es una cuadrícula urbana perfecta pegada al camino que lleva adosado a su topónimo. A la vera de un Caudal recién parido por la fusión del Lena con el Aller, la cabecera de la Montaña Central asturiana se acopla a la vega llana del río ancho, trazando su perfil en damero de calles paralelas y perpendiculares en un pasillo abierto entre montañas. La villa, todavía la quinta entidad de población más habitada de Asturias, ha rebasado la primera década del siglo con 24.418 residentes, más de la mitad de un concejo en serio declive demográfico, pero 2.000 menos que en 2001. Mieres mengua de resultas del final de la industria y a pesar de las inversiones, del campus, de las autovías, de la accesibilidad del eje urbano del Caudal.