Areces rompe su silencio sobre Riopedre, elogia su trayectoria y advierte de que su vida peligra

Areces, ayer, rodeado de periodistas, en la sede de la Presidencia del Principado. / Miki López

Cuatro días después de la detención del ex consejero Iglesias Riopedre, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, rompió ayer su silencio para hacer evidente -visiblemente emocionado y con mirada acuosa por momentos- el «estupor» que le ha producido la detención de quien fuera uno de sus más directos colaboradores políticos y el único amigo personal que le reconocían entre los integrantes del Gobierno asturiano.

En las escaleras interiores de la sede de la Presidencia del Principado, ante una nube de cámaras, grabadoras y periodistas, Areces defendió la presunción de inocencia que hay que aplicarle a Riopedre «como precepto fundamental de la justicia». Eso sí, precisó que «aquellas personas que han violentado las reglas del juego tienen que recibir lo que corresponde». El presidente del Principado hizo una mención especial al estado de salud del ex consejero, «una persona que está gravemente enferma desde hace mucho tiempo». Areces subrayó que el diagnóstico médico de su amigo, hoy en una celda de Villabona, dice que hay riesgo «de que una situación de estrés ponga en peligro su vida».

Un día después de que fuentes del entorno del Gobierno hicieran trascender el malestar del presidente por las intervenciones públicas hechas el martes tanto por la consejera de Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno, Ana Rosa Migoya, como por el candidato y líder del PSOE asturiano, Javier Fernández, Vicente Álvarez Areces declaró ayer: «Muchas veces da la impresión, escuchando algunos comentarios, de que una persona tiene que demostrar su inocencia». El descontento del Presidente se sustentaba en que, en esas intervenciones de Migoya y Fernández, habría echado en falta una defensa de la presunción de inocencia de Riopedre y acaso una mención al delicado estado de salud del ex consejero.

Areces no sólo dejó bien clara su preocupación por el estado de salud de Riopedre. También hizo un recordatorio de la trayectoria del ex consejero. Dijo de él que era una persona que «solamente tiene un currículum de esfuerzo, sacrificio, austeridad y honestidad al servicio de las ideas». Acto seguido se preguntó: «¿Qué ha pasado?» Y se respondió a sí mismo: «Desgraciadamente, en estos momentos estamos sometidos al secreto de sumario». El presidente regional anunció que el Ejecutivo está «deseando» que se levante ese secreto para explicar «con absoluta precisión y rotundidad todo lo que ha hecho el Gobierno, que ha sido el que ha impulsado esta investigación sobre la funcionaria que supuestamente cometió una serie de delitos». El presidente se refería a Marta Renedo, jefa de servicio en la Consejería de Administraciones Públicas, cuyo caso se destapó gracias a una intervención de la Agencia Tributaria. Hacienda detectó que una ciudadana -cuya identidad aún se desconoce- había recibido un ingreso de 100.000 euros en una cuenta a su nombre. La ciudadana, desconocedora de esa cuenta, denunció el hecho a la Policía, lo que motivó el inicio de una investigación que llevó a Marta Renedo, quien supuestamente había abierto esa cuenta para ingresar fondos procedentes del Principado. Posteriormente, ya en febrero de 2010, la Consejería de Administraciones Públicas se percató de los manejos de la funcionaria y denunció el caso ante la fiscalía.

Álvarez Areces reivindicó el pasado de Riopedre, pero también la honorabilidad del suyo propio. Aludió a su «honestidad, la entrega y el sacrificio con una vocación clara de servir a los demás y, desde luego, con una obra y unas actuaciones que han contribuido a que Asturias siga mejorando, siga avanzando y no sólo en el ámbito de lo que es ahora el Gobierno, sino antes, en la Alcaldía de Gijón, o en el ámbito educativo».

El jefe del Ejecutivo asturiano no se quedó en la autodefensa, también avaló la profesionalidad de los funcionarios asturianos y de los altos cargos del Principado. «Yo creo que lo que tenemos que hacer es mantener la firmeza en nuestras convicciones, sabiendo y reivindicando que tenemos una Administración compuesta por miles de personas honestas que trabajan al servicio de los ciudadanos, tanto en los ámbitos de los funcionarios como de los responsables».

Uno de los argumentos que reiteró el presidente regional fue el de la colaboración que su Gobierno había prestado a la investigación abierta por el Juzgado número 4 de Gijón. «La actitud del Gobierno no ha sido pasiva, ha sido de permanente colaboración con la administración de justicia; pero no una colaboración pasiva de entregar lo que se nos pide, sino una colaboración activa de profundizar y ver cuáles eran los mecanismos que la citada funcionaria había utilizado», indicó. Areces añadió: «Al día de hoy, seguimos facilitando y entregando información muy valiosa sobre la que, en estos momentos, sometidos al secreto del sumario, no podemos opinar».

Por su parte, el consejero de Educación del Principado, Herminio Sastre, quiso transmitir ayer «el apoyo y el cariño de todos los funcionarios de la Consejería y de la comunidad docente» a su antecesor en el cargo, José Luis Iglesias Riopedre, que permanece en la prisión de Villabona junto a su número dos, María Jesús Otero. Sastre apeló a la presunción de inocencia y destacó que desde que los dos ex altos cargos fueron detenidos y encarcelados, «si algo me ha transmitido durante estos días todo el mundo, es el reconocimiento que se le tiene por el trabajo que durante mucho tiempo ha hecho por la educación y cómo lo ha hecho, con una austeridad total». El Consejero confesó que la noticia de la detención lo había dejado «perplejo» y le había causado una «gran sorpresa».