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La ley de Ana López Pandiella

La juez que ayer envió a prisión al ex consejero Riopedre es una gijonesa madre de dos hijos, «trabajadora como pocas», «discreta» y «precisa»

Miércoles 26 de Enero de 2011
La ley de Ana López Pandiella
Ana López Pandiella / Archivo
Gijón, R. GARCÍA

Una juez equilibrada en sus decisiones, «trabajadora como pocas» y no influenciable. Así definen a Ana López Pandiella sus compañeros de trabajo. Muchos de los abogados, jueces y fiscales que comparten con la titular del Juzgado de instrucción número 4 de Gijón el día a día laboral coinciden en destacar la pasión por el trabajo de esta magistrada, que ayer decretó el ingreso en prisión del que fuera consejero de Educación del Principado José Luis Iglesias Riopedre y que, con esa decisión, dio curso al mayor caso de corrupción política destapado hasta ahora en Asturias. «Ha llevado a cabo los trabajos con mucha discreción y dando órdenes muy precisas a la Policía Nacional», señalaron ayer fuentes cercanas a la investigación.

Ana López Pandiella, miembro del Foro Judicial Independiente, llegó al Juzgado de instrucción número 4 de Gijón hace menos de dos años, en abril del año 2009. Nada más aterrizar, la magistrada ya se enfrentó a una difícil tarea, la de trabajar «el doble» que sus compañeros. A la guardia habitual de este tipo de salas, la juez incorporó la investigación de los casos de violencia de género, convirtiéndose, de esta manera, en la máxima defensora de las mujeres maltratadas a nivel local.

El Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría de Policía de Gijón (SAF) siempre destacó «la buena relación» que tenían con la juez y su especial sensibilidad ante unos temas de maltrato en los que ya tenía experiencia. La entrada en funcionamiento de una sala específica para castigar los delitos de violencia contra la mujer, hace apenas unos meses, hizo que Pandiella se librara de al menos parte de este trabajo. «Siempre fue muy ecuánime escuchando a las partes en asuntos en los que a veces era muy difícil decidir», señalaba una de las abogadas que más trato había tenido con la juez.

Hay quien asegura que Ana López Pandiella es «ambiciosa», pero sin caer en la «prepotencia». No en vano esta magistrada, casada y con hijos en edad escolar, llegó incluso a presentarse a las elecciones de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Gijonesa de nacimiento, Ana López trabajó en los últimos años en varios destinos en los que, sin duda, dejó su impronta. «Ya destacaba por su inteligencia en los cursos de preparación para magistrado», rememoraban ayer algunos de sus compañeros de clase. De Mieres a Tenerife para acabar recalando en Avilés como juez de violencia de género. «Dejo aquí los mejores años de mi vida», afirmó la magistrada tras abandonar la Villa del Adelantado. El trabajo de Gijón acabaría absorbiendo esa añoranza avilesina que sintió la juez durante los primeros meses.

El «caso Camocha» y el de Javi el del Clan en dos años

En los meses que lleva en Gijón, Ana López Pandiella ha heredado algunos de los casos más polémicos de la ciudad. Es ella precisamente la que desde octubre intenta cerrar uno de los asesinatos que los gijoneses guardan en su memoria: el de Javi el del Clan, el hostelero que murió en 2002 y cuyo agresor, conocido por la policía, estuvo en fuga ocho años. Pandiella ordenó hace tres meses identificar el cadáver del asesino que la Policía había localizado un apartamento en Costa Rica. Apenas unos días después la magistrada concluía la investigación del denominado «caso Camocha».

1 comentario:

#1 cabo cueto: Enhorabuena, necesitamos más jueces como tu. VALIENTE

27/01/2011

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