La Nueva España » Operación Marea » Noticias de la operación Marea » «Si invitar a un café es tráfico de influencias, lo hice; pero jamás he pagado una comisión»

«Si invitar a un café es tráfico de influencias, lo hice; pero jamás he pagado una comisión»

«La juez me interrogaba y yo miraba el mobiliario; tengo que amueblar un juzgado en Santander»

Viernes 28 de Enero de 2011
«Si invitar a un café es tráfico de influencias, lo hice; pero jamás he pagado una comisión»
Víctor Manuel Muñiz Menéndez, ayer por la tarde en el restaurante de Latores, fumándose su habitual puro de las ocho de la tarde. / Luisma Murias
Oviedo, L. Á. VEGA

Victor Manuel Muñiz Menéndez | Socio fundador de Igrafo, imputado en el «caso Renedo»

Nada más salir en libertad, Víctor Manuel Muñiz Menéndez, uno de los empresarios implicados en el caso de corrupción que ha llevado a la cárcel al ex consejero Iglesias Riopedre, se dirigió a su casa en Latores (Oviedo) para pegarse la primera ducha en tres días. «La encontré llena de amigos», se felicitó el empresario, que quedó en libertad previo pago de 300.000 euros. «Jamás he pagado una comisión», insistió Muñiz, uno de los tres socios fundadores de Igrafo. El empresario se confesó «amigo personal de Riopedre», aunque nunca ha hablado de negocios con él, «porque no los entiende, es un intelectual». Muñiz dice sentirse «perplejo» por su detención. «Nuestros ordenadores están limpísimos», indicó. Eso sí, aseguró estar convencido de que saldrá indemne de este asunto. LA NUEVA ESPAÑA intentó ponerse en contacto con el otro empresario implicado, Alfonso Carlos Sánchez, de Almacenes Pumarín. En su casa, una empleada del servicio dijo que no estaba.

-¿Ha sido muy duro?

-Ha sido una experiencia que no le deseo a nadie. Pero me ha servido para pensar en las cosas que más me convienen, como, por ejemplo, en ocuparme más de mi mujer. Me han tratado bien, pero hay muchos fallos. He estado tres días sin ducharme. Me quitaron el reloj y las gafas, la pajarita y los cordones. Se tarda mucho tiempo en dar todos los pasos.

-Cuando hace unos meses estalló el escándalo de Renedo, ¿pensó verse en esta situación?

-Nunca imaginé que terminase detenido. Cuando vinieron a buscarme el lunes pasado me quedé perplejo. Vino un montón de gente. Por la típica deformación profesional del empresario pensé: ¿Pero de verdad son necesarios tantos? Igual que cuando estaba siendo interrogado por la juez. Yo miraba el mobiliario, si la silla tenía un acabado u otro. Tengo que poner el mobiliario de unos juzgados de Santander.

-¿Qué se le imputa?

-Tráfico de influencias y cohecho, que yo no sabía lo que era. Si invitar a una comida o a un café es tráfico de influencias, lo hice, como hace todo el mundo. Pero jamás he pagado una comisión. Que ha habido algún alcalde que tenía una vuelta ciclista y me ha pedido que le hiciese el cartel, pues lo he hecho. O que me han pedido que financiase el equipo de fútbol de tal sitio, pues lo he hecho también, dentro de mis posibilidades. Pero, ¿qué negocio tengo yo como para cometer todo eso? Vivo de ganar muchos céntimos.

-¿Con cuántos departamentos han trabajado?

-Empezamos como proveedores de la administración local y de la que dependía de Madrid. Luego de la preautonómica, y la autonómica más tarde, de todos los departamentos. Cada tres años acudimos a un concurso público de proveedores. Nos presentamos con productos y precios. No hay exclusividad. Hay cuatro proveedores de papelería y otros veinte de mobiliario. Los departamentos compran a quien les parece. Y te obligan a hacer extensibles esos precios a los ayuntamientos.

-¿Qué tratos tuvo con Renedo?

-La traté cuando trabajaba para la viceconsejería de Servicios Sociales, hace veinte años. Luego le perdí la pista. La comencé a tratar de nuevo cuando le hice unas ofertas al entonces director general de Cultura, Carlos Madera. Ella era la que oficializaba las decisiones.

-¿De qué proyectos hablamos?

-El del Cine Felgueroso, la Torre del Reloj de Castropol, la planta baja de la biblioteca de Oviedo. Con la Dirección de Modernización tuve poco trato, algo de papelería, cosas un poco especiales, publicaciones...

-¿Y con el ex consejero?

-Soy amigo personal de Riopedre. Le conocí cuando era profesor del IES Clarín de Oviedo. Eso fue a finales de los setenta. Luego pasó al departamento de programas educativos, llegó a consejero... Es una buena persona, aunque más áspero que una zapatilla. Es un dominico, un intelectual.

-¿Han hablado de negocios?

-Con él nunca he hablado de negocios. Es perder el tiempo, no los entiende. La Consejería de Educación tiene tres patas. Está la Dirección de Centros, que llevaba María Jesús Otero. También la secretaría técnica, que se encarga de temas como el transporte. Y luego están las aplicaciones más nuevas, los ordenadores, que los lleva Educastur. Cualquier profesional tiene que estar en los tres sitios a la vez. En el Juzgado me preguntaron si presionaba a los funcionarios. Poca presión puedo ejercer, a lo sumo ganarme su afinidad, fundamentalmente comunicando. Si se va a hacer una instalación, pues le cuento al funcionario que hemos hecho tal o cual cosa parecida. Para hacer el nuevo campo de fútbol se fueron a Holanda a ver otros campos. Pues aquí es lo mismo, a otra escala.

-¿Trató a María Jesús Otero?

-La relación fue constante, era la que decía dónde, cómo y a quién.

-La llaman «La Roldana».

-En absoluto responde a esa imagen. En Asturias, en cuanto alguien asoma la cabeza, se la cortan. Es una mujer honesta, de las mejores cabezas que tiene el Principado y le han pagado como se paga casi siempre en los organismos oficiales. Si un empleado me hace ocho cosas bien y dos mal, lo mantengo. En la Administración, con que te equivoques una vez es suficiente para que te echen.

-¿Y no será una vendetta entre el PSOE oficial y el «arecismo»?

-No lo veo. Están ya fuera, ¿para qué? Ahora tienen que unirse. La política no me interesa. Sé lo que voto, pero no me meto en ella. Tengo una empresa honesta, lo que quiero es que me compren y me paguen. Espero que no se ponga en duda mi profesionalidad. Cuando estaba encerrado pensaba en ello mucho, si la empresa mantendría la confianza. Pero me encontré la casa llena de amigos y necesito tres días para contestar a todos los mensajes de apoyo que he recibido.

-¿Le van bien las cosas?

-Hemos pasado de facturar 18 millones al año a 10,2. La situación está muy mal en Asturias. Está todo parado. Hay varias consejerías que no pagan. Pero espero que este año toquemos fondo.

-¿Saldrá indemne?

-Estoy absolutamente convencido de que saldré absuelto. Tendremos que organizar la defensa. Han revisado todos nuestros ordenadores y están limpísimos. Llevamos ocho años sometidos a auditoría.

-¿Qué relación tiene con Almacenes Pumarín?

-Son nuestros competidores más directos. Unas veces ganamos nosotros y otras, ellos.

-¿Ha tenido problemas para pagar la fianza?

-No. Disponemos de un seguro por si alguno de nuestros instaladores sufre un accidente laboral.

2 comentarios:

#2 petra: VOMITIVO

28/01/2011

#1 yaestabin: Que pasa que este señor todavia no se ha enterado de que está prohibido fumar en los establecimientos publicos??? O es aquello de que las leyes son para los demás??? Vaya imagen¡¡

28/01/2011

Envía tu comentario: