La conexión «paniculata»

María Jesús Otero fue responsable de varias empresas dedicadas al sector turístico y a la producción de plantas ornamentales

Viernes 4 de Febrero de 2011
Oviedo, Luis ALONSO

En el principio fue la «paniculata», una planta ornamental. Todos los que conocen a María Jesús Otero, amigos o no, le reconocen una enorme capacidad de trabajo y mucha iniciativa. Ha demostrado sobradamente ambas cualidades a lo largo de su estancia, de veinte años, en la Administración. Pero también en su faceta empresarial, primero con un vivero de plantas ornamentales y, posteriormente, con su entrada en el mundo del turismo rural. María Jesús Otero, en veinte años, ha levantado un auténtico imperio: las empresas en las que ha tenido alguna responsabilidad gestora o administrativa controlan en la actualidad más de veinticinco viviendas, entre apartamentos, adosados, chalés y casas rurales, todas ellas de lujo, dedicadas al turismo. Diez en Posada, quince en Poo y una en Andrín. La juez gijonesa Ana López Pandiella investiga ahora a la llanisca, a las empresas a las que ha estado vinculada y las operaciones inmobiliarias en las que ha participado en los últimos años. Otero pudo formar parte de una supuesta trama de corrupción. La juez sospecha que ha cometido supuestos delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y negociaciones prohibidas a funcionarios. Desde el pasado 26 de enero permanece en la cárcel de Villabona.

Una de las primeras demostraciones del ingenio de María Jesús Otero fue su firme apuesta por las escuelas taller. Su empeño en abrir uno de estos centros de enseñanza en su concejo natal, Llanes, hizo que allí abriera sus puertas la tercera escuela taller de España. Y el segundo módulo de jardinería de la Península.

Todo empezó en Nueva de Llanes, en los viveros situados junto al actual campo de fútbol del Ereba. Allí, en la década de los ochenta del siglo pasado, empezaron los alumnos de la escuela taller a producir. Primero, tomate y lechuga; después, «paniculata». Según cuentan las crónicas de la época, el cultivo de esta planta ornamental resultó un rotundo éxito. Tanto que desde Nueva de Llanes se empezó a exportar al extranjero, principalmente a Gran Bretaña. Entre los compradores se encontraba la familia real británica.

El declive del vivero nuevense coincidió en el tiempo con el auge del que abrió en Posada de Llanes la empresa Buga 90, S. L., de la que María Jesús Otero fue presidenta. El vivero vendía directamente al público, aunque parte de su producción se comercializaba en una floristería de Llanes, propiedad de una de las socias de Buga 90. Esta empresa «montó» el vivero en una finca en Posada la Vieja, que compró en 1990 por 15 millones de pesetas. Se pagaron a tocateja.

Lo que en un primer momento fue un vivero empezó a transformarse en negocio de turismo rural muy pocos años más tarde. Aunque ambas actividades convivieron durante un tiempo, al final sólo quedó el turismo. Buga 90 construyó varios edificios en la finca.

Los denominados «Buga I» son seis apartamentos, tres dúplex y tres bajos con terraza, que cuentan con calefacción, televisión, vídeo, antena parabólica y cocinas totalmente equipadas con lavavajillas, lavadora, microondas y vitrocerámica. «Buga II» son cuatro apartamentos. Hay dos plantas bajas con dos habitaciones, dos baños, salón y cocina. Y también hay dos dúplex con salón-comedor, cocina, habitación y baño en la planta baja y dos habitaciones y baño en la primera planta. Los cuatro apartamentos están equipados con televisión, DVD y cadena musical, y cuentan con jardín, piscina y conexión wi-fi. En la página web de Apartamentos Buga se ofrece también el alquiler de otras tres casas: dos en Poo y una en Andrín.

También en la localidad de Poo una empresa en la que María Jesús Otero fue administradora única, Cueto Mazuga, alquila doce apartamentos de lujo, de hasta tres habitaciones y dos baños. Todos ellos cuentan con cocina totalmente equipada, columna de hidromasaje, televisión, vídeo, DVD, antena parabólica, línea ADSL y ordenador. Además, la propiedad cuenta con un edificio destinado a usos múltiples y un jardín situado en un cueto, con piscina exterior climatizada en verano y plazas de aparcamiento. Todo ello a 200 metros de la playa de Poo.

María Jesús Otero también fue administradora única de la empresa Finca Las Nieves, en la que se levanta una casona asturiana de lujo que desde 2004 es propiedad de un hermano suyo que reside en México y sus hijos.

La juez investiga asimismo las operaciones inmobiliarias de María Jesús Otero. Entre ellas, la venta en 360.000 euros de un piso en Llanes a la empresa Almacenes Pumarín, adjudicataria de multitud de contratos menores autorizados por Otero. La operación se registró el día 31 de julio de 2010, sólo cuatro días antes de que Otero cesara como directora general de Planificación, Centros e Infraestructuras de la Consejería de Educación, a la vez que otro imputado en el caso, el ex consejero José Luis Iglesias Riopedre. Ambos solicitaron la jubilación tras sus renuncias.

El piso que Otero vendió a Almacenes Pumarín tiene 78,84 metros y se sitúa en el edificio «La Bolera», en el número 20 de la calle San Agustín o Pericote, de Llanes. Otero recibió también ingresos de miles de euros de Almacenes Pumarín e Igrafo. Ante la juez aseguró que este dinero procedía del alquiler de un piso y varias casas rurales. En la actualidad tiene a su nombre en Llanes nueve fincas, cinco urbanas y cuatro rústicas. Es también propietaria de un piso en la calle Argüelles de Oviedo, junto al teatro Campoamor.

1 comentario:

#1 maria angeles garcia diaz: ahora veo claro la mansión última k se hizo en poo de llanes k desde oviedo,encendía la calefacíon y bajaba las persianas,k verguenza con el dinero nuestro,pero luego no tienen dinero para pagarnos lo k nos expropian,se permitia el lujo si algo no le gustaba lo mandaba quitar y otro ,como no le costaba mucho sudor el lograr el dinero,k paguen por ello y a devolver todo más intereses...

04/02/2011

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