Martes negro

La superioridad moral de la ciudadanía no se puede reducir al bochorno cuando se tiene noticia de que un ex consejero de Educación ingresa por orden judicial en la cárcel de Villabona. La superioridad moral de la ciudadanía pasa por el rechazo inequívoco a quienes convierten la vida pública asturiana en una especie de patio de monipodio. La superioridad moral de la ciudadanía no puede permanecer muda ante un acontecimiento de esta índole cuando un arecismo agonizante y amortizado nos castiga cono mazazos como éste.

Es fácil imaginarse la ira de miles de funcionarios y pensionistas que vieron recortados sus sueldos al tener noticia de lo sucedido el pasado martes. ¿Con qué cuajo se puede pedir sacrificios a una sociedad que se sabe estafada por uno de los dirigentes políticos que más tiempo han permanecido en los sucesivos gobiernos de Areces? ¿A alguien puede extrañarle que la mal llamada clase política sea uno de los principales problemas, según las encuestas?

¿Qué decir del señor Riopedre, del ex consejero de los sesenta y nueve asesores, del personaje público con una trayectoria tan dilatada que comienza con los hábitos de fraile dominico, que continúa con la militancia comunista y que, antes de su estancia en Villabona, demostró tener muy poca simpatía por sus antiguos compañeros de profesión, así como mucha racanería a la hora de atender las necesidades de la enseñanza pública?

Martes negro, muy negro, para la vida pública asturiana. Acaso se trate del mayor mazazo tras el «Petromocho». Martes negro para el arecismo; martes negro para sus socios de Gobierno por mucho que con la boca pequeña se muestren escandalizados. Martes negro para una oposición política que no sabe, no contesta.