Los socialistas asturianos no presumen

A los socialistas asturianos no les gusta presumir. Ni siquiera la inocencia. Nadie se ha acordado de invocar la presunción de inocencia en el caso del ex consejero José Luis Iglesias Riopedre, que hizo noche en Villabona acusado de delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, fraudes y exacciones ilegales y negociaciones prohibidas a funcionarios.

¡Qué despiste!

El PP es más de presumir. Francisco Camps, presidente valenciano, va a hacer dos años que carga con el peso de investigaciones que se abren y cierran por haber aceptado unos trajes valorados en 12.000 euros, en calidad de representante público, presuntamente de la «trama Gürtel» y ahí sigue, contando con la presunción de inocencia de todos a pesar de las grabaciones con sus llamadas de agradecimiento a los encarcelados. Todavía el fin de semana, en Sevilla, Ana Mato, vicesecretaria del PP, ensalzó cómo el pueblo ama a Camps, un día antes de que un informe policial acreditara que el presunto cabecilla de la red, Francisco Correa, regaló viajes por importe de casi 28.000 euros al ex alcalde de Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda (PP) y a su entonces esposa, ella misma.

A Riopedre no hay quien le presuma. Ana Rosa Migoya, consejera de Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno, declaró que la detención es «un paso más en el procedimiento judicial abierto contra la funcionaria Marta Renedo tras la denuncia presentada por el Gobierno en febrero de 2010» y aseguró que en el Gobierno «confían en la justicia y en el Estado de derecho» y añadió que en dicho Estado de derecho los inocentes podrán demostrarlo y los culpables deberán pagar por ello. De esa forma se libró de decir ni media palabra sobre su ex compañero. Hasta ahí el Gobierno. Veamos el partido.

El candidato socialista y secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, muy gráficamente declaró: «A nosotros que nos registren».

Por encima de que no presuman la inocencia de Riopedre parece que no quieren saber nada del asunto. En plena precampaña es como si diera igual inocencia o culpabilidad. Los populares saltan a la comba con la correa y los socialistas prefieren mantenerse del lado de fuera del cordón sanitario.