Marta Areces (Grado, 1963) es uno de los nuevos valores de la fotografía asturiana, disciplina artística a la que llegó tarde, pasados los 40 años, cuando se retiró de forma anticipada de su puesto de oficial administrativo en un centro de salud mental. Ayer presentó en Oviedo su libro “Antes de que las flores llegaran a marchitarse”, editado por Material Editorial, el sello de los también fotógrafos Pablo Basagoiti y Nicolás Cancio. En este pequeño volumen, una joya a modo de pequeño álbum familiar, fotografía las últimas semanas de vida de su padre enfermo, Alfredo Areces, uno de los fundadores de Cafés Areces. Es el retrato y relato íntimo del último viaje de un hombre, arropado por las mujeres de su familia. Es una canción de luz que habla del amor en mitad del dolor. Alfredo pidió que le comprasen flores a su mujer y antes de que llegaran a marchitarse él falleció.
Por Eduardo Lagar