El escultor Tadanori Yamaguchi (Osaka, Japón, 1970) lleva veinte años en Asturias, donde se ha casado y tiene dos hijos, Sayuki y Daigo. Es asturiano de adopción praviana y forma parte del selecto grupo de creadores plásticos de la región que expone en la galería Marlborough, una de las referencias del arte contemporáneo internacional, junto con Pablo Armesto, Hugo Fontela y Pelayo Ortega. Su obra en mármol y granito, conceptual y contenida, fruto de la observación silenciosa de la naturaleza, marcada por una búsqueda muy oriental de la sencillez esencial y por la perfección formal, es en realidad un diálogo constante con la fuerza de la gravedad, explica. “Todo lo que nos envuelve es gravedad”. Y Muel lo retrata así: enfrentado a la gravedad. Pero a una gravedad japonesa, la de una pluma.
Por Eduardo Lagar